Parafarmacia donde se ha pretendido dotar al local de una identidad propia que lo alejase de la uniformidad de la mayoría de locales de este sector, a partir de las texturas propias de la preexistencia y materiales que otorgasen el protagonismo a la luz, el espacio y eminentemente al producto. Se ha trabajado cada elemento que conforma el local (fachada, techos, paredes...) como un elemento con profundidad, con un ritmo propio y se ha establecido una jerarquía de elementos que es legible a través de los materiales de cada uno de ellos (desde el mobiliario a los elementos estructurales).
El resultado es un espacio cálido y confortable, que huye de la visión arquetípica de un local destinado a la venta de productos de parafarmacia.