Una parcela maravillosa que se había salvado por el trazado de un oleoducto y que alguien había conseguido cortarla, destruir sus valores mejor conservados. La relación con un parque y con unas vistas espectaculares de la ría se han visto destruidas por la despreocupación de algún técnico. El proyecto intenta restablecer algunos de los contactos que puede ya que unos cortes de hasta 16 metros impiden cualquier racionalidad. El edificio (es uno y son dos) es un gran muro de contención en el que aparecen dos puertas que se unen y que son una y son dos. Se cierra hacia el Norte (se cierra de verdad) y se abre al sur entre o sobre los cortes del terreno. Un material: el hormigón y un corte hecho con más precisión para las entradas y otros contundentes para los huecos (en donde los hay).
Un patio en la cota baja para la guardería y una gran explanada a una cota superior para el centro de día. La mirada de la explanada superior sobre el recinto de los niños. Los muros de contención van dando forma a la parcela y podrán en un futuro llegar a conectar el centro con el parque, en cuanto se realicen las labores de urbanización deseables.
